20121128

Luna Llena

Quiero que hagamos el amor bajo la luz de la luna llena, sentir tus manos cálidas sobre la fría piel de mi espalda mientras me das un masaje y lentamente bajas hasta ese lugar donde la espalda pierde su nombre y vuelves a subir con esa misma lentitud. Quiero sentir tu aliento caliente en mi oído mientras pronuncias esas palabras que sabes que me encantan para luego posar tus labios en mi cuello y luego recorres con tu lengua mi espina dorsal provocando que mi cuerpo se contorsione, movimiento que aprovechas para tocar mis pechos con tus manos y bajar una lenta y tortuosamente hasta mi entrepierna donde tus dedos, gruesos, calientes y con esa textura tan especial se afanan en hacerme gritar de placer mientras siento tu sexo quemante contra mis glúteos. Y todo mi cuerpo grita y se estremece y te dice que me penetres, que no tardes más, pero no lo haces... y yo callo y espero paciente, me complace que te complazca darme placer de mil maneras antes de hacerlo... sólo quiero una cosa, que sea bajo la luna llena; que su luz: azul, plateada o del color que sea nos ilumine y nos abrace mientras tú me abrasas.

20120928

Hola Papá

Hola Papá, ya hace dos años que recibí esa llamada tan horrible... la vida por acá ha cambiado mucho. Ahora me doy cuenta que tú eras el elemento cohesionador de navidades, fiestas patrias y cumpleaños. Curioso, ¿no lo crees? En fin, este año, de algún modo, me he sentido más unida a ti que nunca (otra curiosidad, si me permites remarcarlo), con esto de las marchas y el miedo flotando y enterrándote las uñas en la espalda, debió ser difícil vivir así durante más de treinta años. ¿Sabes? A veces me pregunto qué dirías ante tal o cual situación, como cuando el tiroteo afuera del TCM, juro que escuché tu voz diciendo: "por eso no me gusta que vayas a los estadios." Supongo que tampoco te habría gustado que anduviera en las marchas, aunque quiero creer que en el fondo te sentirías algo orgulloso y pensarías que estás viviendo lo que tu padre vivió contigo... Te extraño, no lo niego, pero mentiría si dijera que extraño todo... es agradable no tener que pelear los domingos por que tengo ganas de escribir o platicar con alguien. En fin, aún dueles un poco... pero siento que soy a la que menos le dueles y eso me hace sentir extraña... No quiero dejar que esto me atormente ni me arruine la vida, ni nada... sólo es extraño... Bueno, te dejo. Espero estés bien. TE QUIERO.

P.D.: Tus pinturas están en buen estado todavía, y están siendo usadas. =)

20120628

El Dios del Fuego

Pocas cosas podría decir acerca de él... No podría asegurara que era el ser más hermoso del universo; sin embargo, sí podría decir que poseía un atractivo sin igual. Lo único que de él sabía, a ciencia cierta, era que el tacto de su piel quemaba, mas no de una manera violenta ni agresiva... era como poder estar cerca del sol sin desintegrarse. No podría describir sus formas o esos ojos que la derretían en cuanto la miraban; pero lo que sí sabía era que él, cuando la tocaba, tocaba los puntos exactos... sentir sus manos ardientes sobre la piel, la hacían estremecer... escuchar las más hermosas palabras provenientes de ese aliento cálido la hacían perder la razón... él sabía qué puntos tocar... sabía cómo hacerla gritar usando las manos y la boca y la piel y ese calor que surgía de cada poro, de cada respiración... por algo era el dios del fuego... y, aunque la abrasara con su abrazo, al final, ella podía dormir tranquila entre las llamas...

20120531

Se Me Antoja

Se me antoja un país libre y solidario, multicultural pero unificado.
Se me antoja un pueblo culto e informado.
Se me antoja el intercambio de ideas, de conceptos... de palabras.
Se me antoja la equidad y el libre albedrío.
Se me antoja sentir la fuerza de tu espíritu a través de tu mano mientras vamos marchando.
Se me antoja estremecerme con el eco de 1000 voces provenientes del mismo suelo.
Se me antoja ver salir la luna de tus labios serenos.
Se me antoja encender el fuego y pasar un noche junto a la hoguera.
Se me antoja el sudor y la sal, la brisa y la saliva en tu boca.
Se me antoja derretirme en tus manos y lentamente quitarte la ropa.
Se me antoja ver nacer un millón de ideas en el momento en que dos seres se fusionan.
Se me antoja ver galaxias implotando y explotando al ritmo de mis caderas.
Se me antoja el infinito creado por la profundidad de tu voz y la llama encendida en tus ojos.
Se me antoja morder, gritar, arañar y desgarrarte la piel.

20120526

La paranoia de mi padre

Intento recordar las historias que nos contaba mi padre acerca del 68, sin embargo no logró revivirlas por completo. Claro está, que eso me sería imposible pues carezco de un importantísimo factor: la memoria de la piel, del corazón, de las piernas, de los brazos... toda la memoria de lo emotivo y de las sensaciones que produce el estar corriendo porque te persiguen los policías y de pronto escuchar que alguien grita: ¡hay piedras en los basureros! Y, vagamente, lo recuerdo sentado en su silla, con un cigarro en la mano, diciendo: "...en ese momento no piensas; corrimos a los basureros y los volteamos... estaban llenos de piedras y nos defendimos..." hace una pausa mientras fuma y agrega "... luego, uno se pregunta ¿de dónde salieron las chingadas piedras?" Siempre me pregunté cuándo había sido ese luego...

 Y si a alguien le debemos la vida mis hermanos y yo, es a mi abuelo que no lo dejó ir a Tlatelolco aquel 2 de octubre... no sabemos bien a bien cuáles fueron sus motivos, mi padre creía q uno de los amigos de mi abuelo que trabajaba en el ejército le dijo que no dejara ir a sus hijos allá... la verdad se la llevó mi abuelo a la tumba... lo importante es que mi padre vivió lo suficiente para ver a sus 3 hijos crecer y festejar el primer cumpleaños de su primer nieto (justo como se lo prometió a mi hermana). Durante ese tiempo, siempre me pareció exagerada su paranoia, su miedo excesivo a que algo pasara en uno de esos conciertos a los que me obstinaba a ir sola... ahora, lo comprendo perfectamente...

El año pasado en la marcha zombie iba yo adelante. Frente a nosotros iban los del "Escuadrón Anti zombie" un puñado de críos (algo así como unos 100 o 200, como los que en la Ibero le gritaban a Peña Nieto) que llevaban rifles, bats, y cosas por el estilo. De pronto ver a esos tipos armados frente a mi me produjo un estremecimiento, algo que venía de alguna parte de mi cerebro me alertó de potencial peligro... ¿Y si se les olvida que sólo somos niños jugando a ser zombies? 10000 zombies a mi espalda contra 200 antizombies enfrente... los números no son garantía... ¿y si los rifles eran de verdad? ¿y si llevaban munición? Nosotros, los zombies, sólo teníamos número, nada más... Ese incidente me dejó pensando, mi madre me dijo: "Ahora entiendes, ¿verdad? Y sí... en ese momento entendí: mi padre estaba marcado por lo que vivió, tenía esa sensación de peligro grabada en la piel, en el cerebro, en las manos, en los ojos... 

Hoy en día, a los eventos de estas últimas semanas he acudido, acompañada claro está. Y de estas experiencias tengo un par de cosas claras: hay cosas que cuando les cuente a mis hijos y ellos traten de contarlas, no podrán repetir con exactitud; y... que quizás no recuerde las historias de mi padre, pero algo quedó muy clavado en mi cerebro y es esa sensación de peligro que te eriza los vellos de la nuca y te hace estar alerta. El 23 de mayo, en la "suavicrema," Gerardo y yo bajamos a la explanada en desnivel buscando un poco de sombra para esta delicada piel mía... ni bien hubimos llegado abajo cuando sentí una opresión fatal, circulaba poco oxígeno y sentí una descarga eléctrica a la altura de mi cuello... "Es muy peligroso aquí" no recuerdo si lo dijo él o lo pensamos los dos como tantas veces nos ocurre, tampoco recuerdo si fueron las palabras exactas (y así aspiro a recordar lo q me contaba mi padre) pero volvimos a subir. No había a donde huir estando ahí. Quizás ir con otro paranoico aumentó mi paranoia y viceversa, lo único que sé es que los dos teníamos esa sensación clavada en algún lado, enterrando sus garras en nosotros, no para amedrentarnos, sino para asegurarnos la supervivencia. Paranoicos como somos, el día 19 de mayo, dimos vueltas a la plancha del zócalo en busca, inconsciente tal vez, de sujetos sospechosos... y los encontramos. Pero la historia respalda nuestra paranoia (la de mi padre, la de Gerardo y la mía) el 68, el halconazo en el 71, la huelga del CGH en el 99...

Yo me pregunto si todos esos chicos sienten ese mismo animal enterrándoles las uñas en algún punto de la nuca o si sólo existe en nosotros y en la paranoia que algún día tuvo mi padre...

20120225

Naufragando

Llevo tiempo naufragando en este mundo que no entiendo; eternamente divagando en otro universo al que no sabría si llamar propio o externo.

Continuamente jugando con palabras sin sustento que sólo viven cuando yo las siento y las plasmo, sin dudarlo, en un papel de color inexistente, mientras duermo fingiendo que sueño sin, en realidad, hacerlo.

Danzo con el millar de ideas que habitan esta cabeza, tan fuertes como el viento que las hace vibrar y fugarse a través de esta mano que ahora escribe para que la vean un centenar de ojos invisibles e incapaces de comprender lo que leen.

Pero aquí estoy vagando por este mundo, mirando las cosas con mis propios ojos que difieran mucho con lo que miran los demás. Y, aunque vague sintiéndome extraña, soy feliz por ser distinta a los demás.

20120214

Quejas y regalos

Siempre que llega una fecha especial se esperan ansiosamente los regalos. Si tenemos suerte hay alguien ahí afuera que nos regala siempre lo que queremos. Los más sinceros e inteligentes piden una lista, pa' no errarle y siempre dar un buen regalo.

Sin embargo, lo que acabamos escuchando la mayoría de las veces es a alguien quejándose por lo que le regalaron; que si está feo, que si no era lo que quería, que si el color no me gusta, que si algo hizo y por eso fue el regalo...

Pues bien, he aquí unas de las quejas frecuentes de los que compran regalos.

1. Llega el cliente y empieza a ver. Le gustan 3 o 4 objetos que cree lucirían muy bien en el afortunado al que le regalará al menos unos de esos objetos. Todo es perfecto hasta que pregunta el precio. Su rostro se desencaja, pierde la compostura y exclama: "¡Tan caro!" aunque cueste menos de $100 "Si nomás lo quiero para regalo." Luego mira al vendedor y pregunta "¿No tendrá algo así, como que más baratito, pero igual de bonito?" El vendedor sonríe mientras piensa pinche tacaño y busca algo como lo que le piden. (A esto le llamo: regalo por compromiso o bien Pa'l santo que es y los milagros que hace)

2. Llega el esposo (novio, amante, amigo con derechos, prospecto, pior-es-nada, o como ustedes gusten llamarle) y empieza a ver. Se engancha con un par de cosas y las mira como si temiese se escaparan. El vendedor pregunta inocentemente "¿Cuál se va a llevar" y entonces el pobre hombre lo mira desconsolado y suspira antes de decir: "Me encantaría llevarme este, pero siempre que le llevo un regalo se enoja. Siempre dice que gasto el dinero en estupideces, que debería ahorrar, que no pienso en el futuro...el otro día hasta de tener a otra mujer me acusó..." El pobre hombre vuelve a suspirar, el vendedor, temeroso de acabar de consejero matrimonial o cantinero, busca entonces algo para el caballero. El hombre entonces sonríe y le dice al vendedor, mientras se prueba algún artículo que le sienta bien: "Y pues ya no le llevo nada a la muy desdichada..." (Moraleja: Si se va a enojar de todos modos, mejor me gasto el dinero en mi)

3. Llega el 'regalador' y empieza a ver la mercancia. Después de mucho observar aún luce indeciso. Las frases comunes de este tipo de buscador de regalos son: "Estoy buscando algo así como para una... (niña, adolescente, chava así como de tu edad, una señora de unos 40 años, mi abuelita... [aplica también para caballeros])" El vendedor trata de hallar algo universal que se ajuste a semejante descripción y se lo enseña. El posible comprador pregunta "¿Usted cree que le gustará? ¿No está así como que muy (corto, largo, cursi, masculino, femenino... en fin el pretexto que les venga a la mente)?" El vendedor suspira... "Todo depende de los gustos de (dejémoslo en el afortunado" El 'regalador' acaba por escoger la peor de las piezas y luego duda... "Es que nunca se pone lo que le regalo" El vendedor sonríe y entonces ofrece una solución, ya que no hay quejas por el costo sino dudas de estilo: "Permítame ofrecerle esto" Le enseña un cartón con la leyenda : 'Vale por...' (Moraleja: Ante la duda, no compre, mejor lleve una Tarjeta de Regalo)

Las frases más comunes de los que acaban por no comprar un regalo son:
* Ni se lo pone
* Ni le gusta
* Pa' que se lo llevo, pa' que acabe por ahí arrumbado
* Se enoja si no le llevo, pero me va peor si le llevo

Así que recuerden: A caballo dado no se le ve colmillo; además, siempre queda la bella tradición del reciclaje de regalos...

probando

una pequeña prueba desde el celular

20120210

Ocaso

En un ocaso olvidado, pasadas las 4 de la madrugada… después de una perpleja apertura de espíritus…donde la luz de un corazón me hizo dar cuenta de la oportunidad q había perdido, olvidado. Anonadado recordando casi añorando q el espíritu no esta solo, sino siempre acompañado y una luna casi nueva, empieza la nueva era casi brillante, casi deslumbrante donde la reencarnación de un corazón, idea asomaba el cenit… Finalmente al paso de unos minutos llego a su hora cero, tambaleante, cesó su pensamiento, cuyo deseo dormiría para volver al siguiente día… a ver lo q había pensado que al principio dios y el entendería, y al final del día, solo dios descifraría…

Calavera

¿Por qué lloras mi niña?
Lloro por mi Calavera
La había dejado aquí tirada
Y no la encuentro ahora.

No llores mi niña,
no extrañes a tu Calavera,
no se ha ido para siempre,
ya verás que pronto vuelve.

¿Y qué tal si nunca vuelve?
Me ha abandonado para siempre
¿Que voy a hacer sin ella?
He perdido una estrella

Lloraba la niña tan desconsolada
Por su Calavera que no volvía
Y su llanto a mi me parecía
El origen del desencanto.

¿Dónde estás Calavera?
¿Dónde te has metido?
Vuelve pronto yo te pido
Que mi niña aquí te espera.

Diosa

Frágil intento de diosa
Perdida en recuerdos de porcelana
Yo, que no sucumbo ante nada
Me habría postrado ante ti
Y tu cuerpo sin alma
Mas lo que de ti valoro
Es lo que de ti me separa

La frialdad de tu cuerpo de yeso
Que mi andar vuelve siniestro
Por el calor que no puede brindar a mi cuerpo

Tus labios, dulces trozos de granada
Que a mi alma tienen envenenada
Porque de ellos no recibo nada

Tus ojos, joyas a tu rostro engarzadas
En los que no he puesto nunca mis esperanzas
Porque en ellos sólo percibo una funesta mirada

En fin, toda tu, con tu danzar de ninfa,
Intemperante, epicúrea, exuberante…
Gitana impulsiva, perteneciente a todos
Pero sin dueño alguno…

Sí, me habría postrado ante ti
Ninfa y gitana, si fueras algo más
Que el deleznable boceto de una cosa sagrada.