Una ciudad cualquiera, un día cualquiera, a una hora cualquiera...
Momento... no es una ciudad cualquiera...
OK...
En la gloriosa Ciudad de México, un sábado de junio (día 6, para ser más precisos), alrededor de las 6 de la tarde un grupo, "pequeño," de fanáticos religiosos, (pues que otra cosa podrían ser todos vestidos de playera negra y pantalón de mezclilla azul, como si de su uniforme escolar se tratara y congrengándose en un punto específico para la adoración de los dioses de su culto pagano...) se reunía alrededor del Foro Sol. Todos con sus ropas negras, a pesar del sol, sólo para poder ver, admirar y escuchar por un par de horas a los dioses del metal...
¿Dioses del metal? Ya ves que es un culto pagano... ¿dónde vamos a acabar?
En fin, este grupo numeroso de jóvenes entre los 10 y los 50 años se reunió... durante unas horas escucharon a Resorte (me hacen pensar cosas sus letras... es que de que manera podría botar y rebotar la sangre que brota... sólo que hubiera un cuerpo colgando...) y otro grupo del que no recuerdo el nombre (Avenged Sevenfold, a ver si investigas antes de ponerte a escribir...) tocar. El ambiente se tornó al de un estadio de fútbol, con olas y mentadas y guerras de vasos de cerveza, ya fueran vacíos o llenos (¿y si estarán llenos de cerveza?) mientras la luna grande, hermosa, llena, brillante y luminosa hacía su entrada triunfal al escenario (a un lado) mientras a nuestra espalda el sol se ocultaba dándole al cielo el más bello de todos los aspectos... día y noche fundiéndose... el cielo azul oscureciéndose mientras lo pintaba el arrebol en el horizonte (que cursi).
Y por fin, entre fuegos artificiales salieron los dioses... los hombres... los músicos... METALLICA en el escenario... y la energía se desbordó como torrente, como ciclón, como huracán... y las luces de los celulares y cámaras mientras trataban de robarle un pedazo de vida a lo que en el futuro la memoria tal vez no recuerde, formaban un inmenso mar de luciérnagas... lenguas de fuego surgían de invisibles bocas en el suelo y la luna brillaba en lo alto mientras todos cantaban y gritaban y se desbordaban... y lloraban... y reían... porque no ha habido cosa más grande que esa...
Tener a los dioses del metal enfrente...
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