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20091102

Solitaria

Caminando solitaria, por aquel camino silencioso, por el que tantas veces conversamos, iba. El silencio de mis propios pasos me aturdía y mi cerebro, tan acostumbrado a la cadencia de tu risa, intentaba, inútilmente, al silencio combatir, con él mismo conversando. La monotonía del paisaje, aunado a su silencio, absorbía la vida misma; y en medio de aquel vacío algo maligno nació en mi corazón. Sedienta, bebí agua de un charco donde la luna llena se reflejaba; en ese momento, el monstruo que habitaba en mi, despertó…

20091012

Que soñar no cuesta...

Dicen que soñar no cuesta nada,
Así que todas las noches sueño contigo.
No se debe a la pobreza,
Puede que no tenga un peso en el bolsillo,
Pero en mis relatos radica mi riqueza.
Es, más bien, debido a mi naturaleza
Amante de lo gratuito,
Amante de lo efímero del sueño
Y de la eternidad que uno goza
Entre los brazos de Morfeo.

Sí, todas las noches sueño contigo,
Contigo me desvelo y hay días
Que anhelo contigo amanecer.

Y es ahí en mis sueños gratuitos
Donde nada me cuesta
Acercarme y robarte un beso.
Es cada noche mientras duermo,
Que tú me correspondes.
Pero siempre ha de ser Efebo
Quien me arrebate de mi ensueño
Y me diga al oído:
“Eso, es sólo sueño”

Pero no puede arrebatarme
La sonrisa de los labios
Mientras pienso que soñando
Nos hemos besado,
Y entonces despierta sueño
Que tu esta noche también
Conmigo has soñado.

20090806

Lluvia de escarlata

Al mirar la luna tuvo una visión: un enorme dragón apareció y se robó la luna, dejándolo todo en penumbra...
Cuando reaccionó, se dio cuenta que había ningún dragón y que la luna de plata seguía en lo alto colgada.
Sólo una nube ha sido, algo sin importancia... nada hay que le arrebate a la luna su hermosura; absolutamente nada...
Pero si algo existiese que con su simple existencia enturbiara a la luna, su espada estaba presta a salir de la vaina...
Adiós al enemigo diría, y seguiría comtemplando a la luna envuelto en una lluvia escarlata...


Regalado a un amigo, habitante d las sombras,
q aún siendo étereo m ha apoyado y m ha ayudado...
Me brinda palabras d aliento q m impulsan a seguir mi sueño...
que ha confiado en mi, alguien a quien aprecio mucho.

ESTA ES LA ÚNICA MANERA QUE TENGO DE DARTE LAS GRACIAS
POR TU CONFIANZA Y POR TU APOYO

20090805

Al despertar

Como de costumbre,
al despertar,
no pude recordar
qué había soñado;

Pero puedo suponer,
que contigo soñé,
pues con una enorme sonrisa
desperté.

Buenas Noches

Bueno, muy a mi pesar me retiro,
Morfeo me llama a sus brazos.

Que descanses y
tengas lindos sueños
que yo esta noche
trataré de soñar contigo...

20090706

Der Ritter und der Teufel

Y conoció a un Caballero,
Hermoso, elegante, de rubio cabello
Y la sonrisa más franca
Y más divina
Que jamás había visto en su vida…
Y el caballero, tan perfecto como el sol
Igualmente cálido era…
Pero a sus ojos también era frágil…
Sabía que debía haber vibrado
Al contacto con su gentil mano
O mientras compartían aquella febril danza
Alrededor del fuego…
Pero no… simplemente no fue así.

El caballero no le quitó el sueño;
Ni tampoco el pueblerino que a su oído
Y sin quererlo susurró palabras…
Palabras para el viento…
Y aunque ese susurro, débil y lánguido
Le hizo estremecerse tampoco tuvo más efecto…

Y es que el que le quitaba el sueño
No era un caballero,
Al menos no como el primero.
Venía por las noches
Y aparecía como ensueño,
Como ilusión, como quimera…
Como el Demonio que era;
Con su sonrisa aterciopelada,
Siniestra y macabra
Y la acariciaba con la fría lengua de una daga…
Y luego la besaba con tanta pasión
Que todo ardía en llamas…
Pero, al final,
Del Demonio no quedaba nada,
Ni daga, ni besos, ni caricias…
Ni esa sonrisa de terciopelo,
Ni sus ojos del color de la luna…
Sólo quedaba el fuego…
Un fuego que quemaba,
Como debe quemar
el fuego del infierno…

20090327

Etéreo como un vendaval

A veces me pregunto si eres real o sólo eres un sueño…
Una proyección de mi mente que me habla desde el infinito…
Pero debes ser real, porque mi mente no podría escribirte en otro universo,
aunque tal vez en un mundo paralelo…
pero no…
Es que eres tan perfecto…
tan irreal…
tan intangible como el viento…
Pero justo eso es lo que te hace parecer más real…
No sé que haría si fueses sólo un sueño…
Creo que no importaría, al final…
Eso es lo que me gusta de esto…
No saber si eres un sueño o si eres realidad…
Porque eres tan perfecto… con todo y tus defectos…
Pero sé que no eres un sueño, porque si lo fueras…
Morirías por mí, y sé que no es así…
Y tampoco me importa, porque tampoco muero por ti…
Pero creo que te deseo…
Diablos…
sino fueras tan perfecto…
Ah…
pero sólo por eso quiero mantenerte lejos…
Intangible…
donde puedes seguir siendo irresistible…
Porque sino fueras tan perfecto…
Diablos…
cuanto te deseo…
Cuánto deseo conocerte…
Y a la vez cuánto miedo tengo…
Porque no quiero saber si eres sólo un
sueño…

Moon 2

20071020

SoÑaR

Al cerrar los ojos y dormir, todos sueñan. Al abrir los ojos y despertar, todos recuerdan esos sueños y los relatan con la misma exactitud q lo vivido. Todos interpretan esos sueños detallados, les dan un significado y buscan respuestas en ellos.

Mis sueños en cambio se reducen a gráficos emocionales o existenciales con tendencias a videojuego, tan real y colorido que la trama termina oculta o perdida en algún lugar entre brillante arena y castillos divinos.

Mis sueños se reducen a secuencias cinematográficas con una trama clara, parecida a un thriller, tan reales e incoloros con un film noir que me dejan incapaz de relatarlos con la fidelidad que se merecen.

Mis sueños se reducen a breves secuencias antes de despertar en las que la realidad de los sucesos soñados me despierta con heridas dolorosas y sangrantes en medio de la noche, heridas de las que siento el dolor punzante y la humedad siempre caliente de la sangre, pero que están en la nada, inexistentes en la realidad.

Pero esto es sólo en ocasiones, por que la mayor parte del tiempo cierro los ojos y los abro sin haber visto nada, o será que no lo recuerdo…

20071002

EnReDoS dE bOtIqUíN

Y era lo mismo todos los días, el mismo ajetreo, el mismo entrar y salir de cajas y botes; y siempre, siempre había una menos.

La primera en levantarse era la fluoxetina, muy orgullosa decía: “sin mí, el pobre ya se habría suicidado”. Su función era muy simple, debía mantener la serotonina para que las neuronas no se desconectaran. Su regreso siempre era rápido, por eso la sulfadiazina de plata se levantaba temprano también, para estar preparada.

La sulfadiazina era muy callada, casi todo el tiempo se la pasaba en un rincón suspirando y pensando. Muchos le preguntaban lo que veía afuera, pero ella sólo los miraba y se daba la vuelta. Era la única que veía las heridas que él se provocaba, pero no le gustaba hablar de eso. Además para ella era un momento casi sagrado porque él introducía uno o dos dedos dentro para tomar un poco de ella y luego la esparcía dulcemente sobre su piel herida.

Cuando la sulfadiazina regresaba, la puerta no se volvía a abrir. Era una larga hora para muchas, pero para la pequeña colonia de bencilpenicilinas era tiempo de reunión. Era una reunión de despedida, alguna, no sabían cuál, se iría para siempre. La tomarían del botiquín la prepararían y luego entraría en ese cuerpo que todas las demás anhelaban tanto. Y así, mientras los minutos pasaban y las bencilpenicilinas se despedían llegaba la hora, la puerta se abría y una se iba para nunca más volver.

La puerta no se abriría más hasta que él fuera por la pasta dental y el enjuague bucal. Mientras eso ocurría, las pequeñas grageas de butilhioscina se reunían alrededor del viejo frasco de difenhidramina, con su franja verde ya casi invisible. La difenhidramina contaba a las butilhioscinas historias de cuando ella iba al exterior y de todo lo que veía allá. A las pequeñas les gustaba mucho aquella historia de cuando a él se le olvidó regresarla al botiquín y adoraban que les describiera con detalle, como era él y qué hacía. La difenhidramina ya vivía de sus recuerdos, pero procuraba enseñarles algo a las medicinas recién llegadas. Era lo único que le quedaba por hacer, ya lo sentía en su jarabe, cada vez más espeso y oscuro… la fecha impresa en su etiqueta estaba por llegar y un día ella volvería a salir, pero jamás volvería.

La puerta se abría de nuevo y el enjuague bucal salía vociferando y luchando; tal vez por eso siempre lo dejaba caer tan bruscamente. Luego tomaba a la pasta con delicadeza y comenzaba a acariciar el tubo, acariciaba tan dulcemente, que siempre acababa excitado y tenía que expresar su satisfacción de alguna manera, así que dejaba salir esa pasta blanca que tenía dentro. Y luego, él introducía esa pasta en su boca, y ella hacía espuma feliz de estar ahí; pero al final, el simplemente la escupía fuera y la enjuagaba. Después tomaba al enjuague y de una manera algo violenta le robaba su preciado líquido con el que jugaba en la boca y saboreaba sin respeto alguno, pero el enjuague ya había encontrado una forma de vengarse, hacía que le ardieran las encías de tal manera que lo hacía gritar.

Y finalmente los dos volvían. La pasta hablaba fascinada de esa experiencia, del éxtasis que le provocaban esas manos. El enjuague se quejaba amargamente de la vejación y el maltrato, pero en silencio se vanagloriaba de su dulce y cruel venganza.

20070811

Quimérico y fugaz

Everything was splendid and wonderful in that unknown place that was tremendously familiar… sitting down to wait, not knowing what or to whom, but knowing to wait…

Has anytime passed to you to have such certainty? Well it was something extremely strange in that moment; to know that something good would come, something for what would be worthwhile to wait…

And like that, from nowhere, among the fog of that place appeared the most desired to see person. Coming closer, and nothing could be done, but to look into those eyes, but to look at those lips and admire that body and at the same time to feel in the own an imperceptible trembling…

When beside, the impression that the heart left the chest and ran far in order to not jump in pieces, the blood also came out leaving an icy and inert body, the nerves stopped to transmit electricity… everything was suspended, paralyzed…

Everything wanted to return to their place to react, but it was too late, their lips were together, they were kissing. It was too much to be certain, to be true; something told that something odd was happening, because they would never have crossed that limit…

It doesn't matter how much you liked it, if you knew that that would not happen or, that if it happens, it would be when there was nothing to lose…

Yes, it was something that was worthwhile to wait or, at least, that was the thought…
But, how much would be necessary to wait?
Would you be able to wait for a lot of time?

And as it arrived, that effigy with its chimaeric and fleeting kiss vanished among the fog…

The eyes opened and, instead of feeling relief or anger for have wakened up, sadness came… yes, the displeasure of what was wanted and known it could not be… of what was strongly longed for and that couldn’t be fulfilled without another being desiring it too… for what united them and they didn't want to break…

And then, that thought again: you could expect an eternity, without stopping to feel, however, that you wouldn’t withstand such waiting… then the thought, that you would prefer a thousand times to arrive to the threshold of the death, to look backwards and say; " I spent the best years of my life by your side", without caring of what happened later; than to look backwards and say: "we should have passed that line, how I regret of haven’t done it"…

Shut the eyes again, hoping not to dream and thinking that one of the most hated things was to regret; mainly of what wasn’t done…

20070414

Concupiscencias oníricas

Acaece aquí la jácara de una quimera, una de esas fantasías en las que los pruritos más recónditos de la razón y el espíritu son perpetrados.

Todo se origina un crepúsculo cuando una doncella se va a reposar. Cierra sus sentidos y se rinde a la celestial diligencia de soñar…

En un altozano olvidado en lo más insondable de una floresta hay una nimia choza; en esa garita mora la manceba que anhela. Sus vestiduras son sutiles empero del cierzo, que con acerbo azote blande el follaje, y de la implacable borrasca, que engruesa los esteros. Ella ingresa en la choza trepidando de frío y se arrebata las ropas caladas.

Mientras ella se descubre, un varón se aproxima. Le corresponde hallarse errante y vagabundo, pues no podría concurrir de otra guisa que él se aparezca próximo a la garita. El varón arriba a la choza y coteja que alguno habite en ella; es así que la otea poco más o menos al natural y advierte su contextura vibrar. Se acerca al postigo y lo franquea con disimulo. Atranca sin efectuar bulla y se despoja de sus atavíos mojados, cual si se hallara en su hogar. Ella no ha advertido nada, persiste serena, ceñido su cuerpo con un lienzo.

Él la aborda, es a la sazón que ella capta su garbo y vira. No obstante no le conocía, su faz se le figuraba íntima. Ella se propone escabullirse, pero él la ase por el talle; en aquel momento ella sucumbe al roce de esas zarpas que le expropian el paño pues le es lisonjero. Al cabo de un rato comparecieron las ternezas y las cobas, sus cuerpos palpitaban por el paroxismo y febriles ambos se alzaban arrebatados; él absoluto, garboso y enhiesto irrumpiendo palmo a palmo en ella; ella íntegra, pronta a albergarlo en su cala, y en el quid prócer, atesorando el éxtasis…

La moza despierta. Yace encrespada, jadeante, agotada y sin mengua abandonada a la voluptuosidad de su anhelo; experimentando, con su tacto, la humedad de su bragadura y un acre y atroz vacío en su esencia.