Era 17 de septiembre, ese día iba a ir al centro a comprar unas lámparas de halógeno para su maqueta, con su amiga Pera. Y llegaron a la calle de Victoria, lugar por excelencia de lámparas y luminarias. El centro siempre es un buen lugar para caminar e inspirarse, pero sobre todo para pasar un buen rato vagando, pues siempre hay cosas nuevas que aprender. Además necesitaba distraerse un poco, a pesar de haberla pasado genial el jueves, sabía que el lunes sufriría una gran pérdida y que ese día (el sábado) iría a la despedida de unos de sus mejores amigos, por no decir el mejor.
Pues su caminata pintaba para larga, pues nadie les sabía decir o explicar qué tipo de lámparas necesitaban o les decían que ellos no vendían, o estaban muy caras; pero apareció como mandado para aliviar nuestro cansado peregrinar, un vendedor, de esos que igual no saben mucho del negocio, pero al menos saben retener al cliente. Y por fin obtuvieron la asesoría que tanto anhelaban y pudieron comprar sus lámparas.
Salieron de ahí y empezaron a buscar regalos para la boda de Héctor. Como buen alcohólico, aunque sea social, pues ella buscó un regalo que fuera típico de ella, y no encontró nada mejor que un juego de copas y un buen vino tinto. Y se compró las copas, mientras su amiga Pera compraba un cascanueces. Par de locas, comprando cosas que ellos no pidieron, pero así es esta vida cuando se lidia con gente tan loca.
Ya después de eso, se pusieron a caminar hacia República del Salvador y Bolívar, para ver y comparar instrumentos musicales, pues ella quería con todas sus fuerzas un saxofón. Y así recorrieron tienda por tienda, preguntando por los saxofones, las flautas transversas (que también le eran de interés) y los violines (pues su hermano quería uno). También le platicó a Pera como le había ido el día 15. En realidad era un buen día y se la estaba pasando bien.
Se despidieron en el metro Chabacano, ella fue rumbo a Taxqueña para poder llegar a su casa rápido, cuando estaba esperando que el micro arrancara, recibió una llamada... su amiga Di, avisándole que la despedida de Jonathan era a las 20:00 hrs. en casa de Isabel. Ella llegó a su casa e informó a su madre del horario y lugar de la despedida, después se durmió un rato, comió y partió rumbo a casa de Isabel, y se perdió un poco, pues jamás había ido.
Cuando llegó ella, también apareció José Luis (“El Chino”) y ellos eran los únicos que habían aparecido en casa de Isabel. Esperaron un rato, conversaron un poco y apareció Rubí Jenny. La cita había sido a las 20:00 hrs., ya eran las 21:30 y Jonathan no llegaba. Poco después aparecieron Sandra y su novio (Fernando) y de Jonathan ni sus luces. Ulises llegó, con todo y que le habían avisado de último momento... Al fin, apareció el festejado junto con Di; cuando ya todos habíamos empezado con los kalimochos.
Y ya entrados en gastos se lanzaron por unas Tecate, y comenzaron los recuerdos y los recuentos; y ella recordó en ese instante que había comprado dos pulseras, una para ella y la otra para Jonathan, así que le dio a escoger cual de las dos quería. Y Jonathan escogió la roja, como ella había pensado desde que las compró. Y en fin, la noche se fue en alcoholes y música y todos pensaban en que el lunes nada sería igual, por lo menos ella sí. Y sabía que la diferencia en su caso no sería grande, pues casi no lo veía, pero en el fondo de su ser sentía un gran pesar, pues sabría que ya no habría posibilidad de reuniones así cuando él se fuera a las pampas tierras. Y en eso pensaba mientras seguía tomando, y la reunión así se pasó, como ya dije en alcoholes, música y recuerdos. Hasta que casi amanece... el reloj marcaba ya las 5:00 y entonces todos se fueron y ella se quedó a dormitar unas cuantas horas en casa de Isabel... y se quedó pensando en lo curioso que era este mundo en el que vive. Y pasaron los días y llegó el lunes y...
...y he de admitir que me faltó el valor para ir al aeropuerto... no lo hubiera aguantado, me hubiera quebrado en el último momento...
20051005
TRIsTEs DEsPEDIDAs
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1 comentario:
por fin logrè entrar.
esta chido lo que escribís de mi che, te lo agradezco enormemente.
no pares de publicar que estaré entrando a ver que hay.
un beso enorme desde tierras lejanas.
el mexicano, como ahora soy conocido.
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