20051008

DE AMIGOs Y AMIsTADEs

Y se había puesto a pensar en tantas cosas, ahora que se sentía un poco abandonada por uno de sus mejores amigos, de los que más tiempo tenían de conocerla... y entonces, después de leer lo que su amigo Jonathan escribiera, se quedó pensando en qué tanto importaban el tiempo y el espacio en una amistad y lo que encontró fue muy curioso...

Lo primero que hizo fue una lista de personas a las que podía llamar amigos, luego la acomodó por el tiempo que llevaban de conocerse, pero se dio cuenta que también existía el tiempo que en realidad se veían y se encontró en un verdadero dilema... había dos clases de tiempo en una amistad, ¿cuál de los dos era más efectivo que el otro? ¿Cuál de los dos era más importante para una amistad?

Y como le costaba decidirse, pues no era materia fácil decidió entonces escribir de cada uno de los grupos con los que convivía, quizás así podría resolver el problema del tiempo...


El primer grupo fue "EL MASIVO" como ellos mismos se autodeterminaban, a ellos se había unido en el 2001; al principio había sido agradable pertenecer al grupo, se divertía y pasaba un buen rato. Al paso de los años, sin embargo, la relación con algunos de ellos cambió. Al principio se llevaba muy bien con Yavné, ahora casi siempre se molestaba con él por cualquier cosa que hacía, ya no soportaban sus bromas y les era difícil diferenciar las bromas de los comentarios serios; y eso hacía las cosas terriblemente difíciles. Por otro lado, con Jorge se había empezado a llevar muy bien, parecía que había una gran identificación entre ellos, podían platicar, podían caminar por horas, todo sin problemas, siempre era bueno estar con él, era divertido y era un bálsamo para su ser; pero después... después pasó lo inexplicable, por alguna extraña razón ajena a ella ocurrió una fractura y la magia desapareció, y aunque se siguen llevando bien, las cosas no son lo mismo.También estaban Héctor, Alfonso y Fernando ("El Primo"), los tres eran bastante ocurrentes, agradables y buenos conversadores. Cada uno de temas distintos, lo que hacía q en el grupo hubiera una gran variedad de temas. Lo que nunca dejaría de remarcar era que "El Primo" siempre le recordaba que no estaba sola, y era algo que le agradecería eternamente. Aunque a ellos llevaba 4 años de conocerlos y tratarlos, se daba cuenta que eran los que menos la conocían, a los que más fácil podía engañar, los que menos la comprendían y en los que menos confiaba para contarles las cosas. Pero eso sólo se debía a que no podía abrirles las puertas de su persona a quienes la veían como consejera, aunque sabía que no todos, pero la mayoría, sólo acudían a ella a buscar consejo o para ahorrarse la consulta con el psicólogo. Además, con ellos todo era un gran baile de máscaras, todo color, todo feliz... con el MASIVO todo es una broma... siempre es una broma, y no es que esté mal que lo sea, pero siempre se tiende a ocultar lo triste.


Luego de muchas cavilaciones, decidió poner al segundo grupo: los ENAPos... ah, bendita ENAP, tierra de locos, soñadores y desquiciados, ahí, por la simple condición de ser ENAPo le puedes hablar a muchos sin siquiera saber su nombre, sin que vayan en tu salón o que los conozcas de verdad. La condición de ser ENAPo te vuelve susceptible a no saber quienes son tus amigos y quienes no, por que por el simple hecho de estar en la ENAP, todos tienden a ser amigables, el ambiente es agradable, puedes pasar siempre un buen rato, tomar un trago y divertirte, e incluso platicarles algunas cosas que no le contarías a otras personas, por el simple hecho de que un ENAPo es capaz de comprender más y mejor que los demás... pero entonces, ¿ahí no puedes tener amigos? Claro que puedes, sólo tienes que estar completamente seguro de quiénes son. Por que a Luz y a Pato les podía contar muchas cosas, pero en realidad no las cosideraba tan amigas, era algo raro, por que sí eran como sus amigas, pero no podría decir que lo fueran en realidad. En cambio, estaba Gerardo, que aunque estaba loco, más loco que ella, o igual, eso era algo difícil de decidir; pero ese no era el punto, lo importante era que la manera en que se llevaban era extraña: todo el tiempo discutían, pero eran discusiones a un nivel que no muchos comprendían, no porque hablaran de temas cmplicados y extremadamente elevados, sino por que discutían sin discutir, es su forma de comunicarse, y en cierto modo su manera de hacerse saber que se aprecian. Son de lo más extraño, pero que se le va a hacer. También estaban Pera y Uriel, un par de locos con los que se entendía bastante bien, por que estaban siempre conectados en el mismo canal, podía decirse que nadie como ellos dos la entendían; cada uno a su manera, muy distinta. Con Uriel, podía platicar de una manera muy poética, y, cosa rara en ella, pasaba mucho tiempo abrazándolo. Con Pera podía ir a mundos distantes, tenían mucha imaginación y era agradable estar con ella, aunque a veces Pera no le dijera las cosas que la molestaban y q ella estaba segura, eran muchas... por lo demás Pera era la única que la había visto en crisis existencial y que sabía perfectamente como sacarla de ese estado extraño en el que se ponía...


Y el último grupo era el de sus amigos de la UdeC: era un grupo difícil de definir, los conoció un año antes que a los de la ENAP, pero a los de la ENAP los trataba y veía diario; a ellos sólo pudo verlos así x un año. Después perdió todo contacto con ellos, por lo menos físicamente, porque siempre existirá el internet... pero de ellos sí que podía decir que todos eran sus amigos, unos más y otros menos, x el grado de convivencia, pero de lo que estaba segura era de que jamás olvidaría todos los momentos felices que tuvo en ese año: los conciertos, las borracheras en la Mony, los chistes, las bromas, los viajes escolares, las pláticas al fondo del salón de dibujo... tantas cosas que estaban en su memoria, eran más que las que pudiera tener con sus otros amigos... Con ellos no existían ni el tiempo ni el espacio, esas eran cosas que no importaban tanto, por lo menos así lo sntía ella... porque nadie podría igualar a Di y a Mony cuando estaban las tres juntas; mucho menos a Chelito en los conciertos y nada que se compare a aquel maravilloso acústico de La Ley en el IMER, o las veces que Sandra se desesperaba por las conversaciones que teníamos Jonathan, el Chino y yo, y aquellas conversaciones un tanto filosóficas, un tanto metafísicas, un tanto poéticas, un poco extrañas con Jonathan y los atardeceres tan románticos a la hora de dibujo, siempre con tonos rojos, violetas y grises... en fin, recordar esa etapa de su vida era bueno, sabía que cn ellos podía contar siempre, aunque fuera a larga distancia...


Y después de esto, ¿a qué conclusión había llegado? ¿Había llegado a alguna? Claro que sí, pero era difícil decirlo... le entristecía un poco darse cuenta que a los que había considerado sus mejores amigos, ahora que lo meditaba, no lo eran tanto, por que no eran personas que la conocieran del todo, ni con las que pudiera tener conversaciones decentes, en realidad ella normalmente los escuchaba, ella era quien los entendía, pero ninguno de ellos se daba tiempo de escucharla y entenderla a ella; en cambio los demás medio la comprendían, por que todos estaban en su misma frecuencia...

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