20050920

15 DE SEPTIEMBRE


Fiestas Patrias, un día normal en su vida, lo más entretenido que haría sería ir a rentar un par de películas y verlas en casa con su mamá. Ya se había hecho a la idea cuando sonó el teléfono.

Su amigo Yavné la invitó a ir a Coyoacán, era una propuesta interesante, al menos así no pasaría tanto tiempo en casa. Así que se apresuró a hacer lo que tenía que hacer, se arregló y salió rumbo a Coyoacán. Tenía un buen presentimiento para ese día. A las 16:30 llegó al centro de Coyoacán y como era lógico, había retenes en algunas calles para asegurar la seguridad de los asistentes; pero lo pasó sin problema alguno, pues no llevaba mochila, ni bolsa.

Cuando llegó a Los Arcos, lugar donde habían quedado en verse, se encontró con una grata sorpresa: no sólo estaba Yavné, también estaban Jorge y otro chico que ella no conocía, y llevaban sus violines, al menos dos de ellos, pues los tres tocan el violín. Vino la presentación. Luis Hidalgo, dueño de uno de los dos violines que estaban presentes. Como empezaron los concheros a danzar, ellos prefirieron mudarse de lugar y caminaron rumbo a ‘La Conchita’.

En ‘La Conchita’ leyeron una descripción de su arquitectura y luego se sentaron en una banca para que ellos pudieran interpretar algo en los violines. Ella estaba fascinada escuchando a sus amigos interpretar bellas melodías con sus violines, sobre todo cuando Luis tocaba, pues Vetrir (que así se llama su violín) dejaba salir unas notas tan preciosas, que a ella la transportaban a otro lugar. Y ahí estuvieron unas dos o tres horas, y ella se puso como reto personal sacar Canon en Re de Johann Pachelbel en la flauta. Además Jorge se estaba quejando del reto que le habían impuesto (Invierno de Vivaldi) y le dijo que él la retaba a sacar Tocata en Fuga. Ella accedió, pero le dijo a Jorge que necesitaba las partituras, que él se comprometió a pasarle.

Después Jorge se fue a su casa y los tres que quedaban fueron a caminar al callejón del Aguacate, donde Luis les contó que era tan oscuro ese callejón que siempre se tuvo la creencia de que espantaban; y como no iba a ser, si hasta los árboles ayudaban a generar la ilusión. Regresaron al centro de Coyoacán, ella llamó a casa y pidió permiso para quedarse al grito. Estuvieron sentados, conversando un rato con una chica que vendía pulseras; y ella estaba viéndolas para comprar dos. Cuando la chica se fue ya casi era la hora del grito. Lo mejor de ese momento eran los fuegos artificiales que adornaban el cielo con sus hermosos destellos.

Salieron de ahí y se fueron caminando hasta metro Viveros, y a ella se le ocurrió la idea de que los tres fueran a su casa; y así hicieron. Tomaron el metro rumbo a Universidad y ahí esperaron un taxi que los llevara y mientras esperaban, Luis tocó una melodía en Vetrir. Subieron al taxi y en veinte minutos llegaron a su casa. Su mamá les preparó de cenar: unos vasos de mate y pan de pueblo y luego subieron a la azotea a tocar los violines. Y sucedió la magia... la luna llena en su esplendor, Vetrir y Leonora dejando salir sus voces combinadas, ella grabándolo todo con su cámara de video. Luego ella subió una flauta y se acompañaron el violín y la flauta, mientras las nubes corrían y el cielo se despejaba. Después crearon una historia sin lógica, ni sentido, pero que dejó salir toda su imaginación para el momento antes de dormir. Bajaron y platicaron otro rato antes de ir a dormir; ya eran las cinco de la mañana del día 16 y mientras ellos se disponían a dormir, todos los demás ya estaban a punto de terminar de soñar.

20050919

CONTRAsTES

Mientras iba en el carro de su amiga rumbo a casa, miró por la ventana a la lluviosa ciudad y se puso a pensar...

E inevitablemente recordó lo que había sucedido el sábado. No había dormido por ayudarle a Luz, pero no era eso lo que le molestaba, era otra cosa. Lo que le molestaba era la actitud de Jorge, al que por mucho tiempo había considerado uno de sus mejorres amigos y que por seis meses había cambiado mucho con ella. Ahora que ya tenía novia, sabía que las cosas iban a estar peor; pero había querido confiar en su palabra... grave error. No sólo no le había llamado cuando estaba enferma, el viernes por la noche le habló a su celular y le pidió que le pasara a Luz. Era infame lo que había hecho, le había dolido mucho. Eso era lo que en realidad le molestaba, además del sueño atrasado. Para colmo, su profesor no llegó, todo se enfilaba para ser un mal día, pero ella se empeñó en ir a ver a sus amigos, aunque ya sabía lo que iba a pasar. Ella ya había tomado una desición, pero necesitaba algo que la obligara a tomarla.

Y sucedió que al llegar con sus amigos, todos iban con sus parejas, pero ella ya lo sabía, lo había pensado e imaginado, sabía perfectamente lo que sucedería. Como lo supuso, al llegar todos se concentraron en Luz, por ser la novia de Jorge. A ella le dio rabia, tenía tantas ganas de llorara por el coraje y por el dolor que sentía en el pecho. Fueron a comer y nadie le hacía caso, pidió una cerveza, sabiendo perfectamente que con sueño se le subiría como si hubieran sido 3 caguamas, pero eso no importaba, lo que necesitaba era escapar del mundo que la rodeaba, no importaba como. Y se dio cuenta lo fácil que era engañarlos diciendo que era culpa del sueño. Y por fin, no pudo aguantar más y se deshizo en cierto modo de ellos y derramó unas cuantas lágrimas, que para disfrazarlas en su casa las fundió con el sueño y s fue a dormir, hasta las 12 del día del domingo.

Y ese día, el miércoles, que se la había pasado bien, pensaba en eso. Había conocido a Eleonora, el violín de su amigo Yavné, y los había escuchado en conjunción hacer música, mucho antes, y ahora de nuevo los escucharía, pero ahora en un escenario mejor. Saliendo de su clase de inglés, se dirigió a San Angel a esperar a Yavné. De ahí fueron a Perisur a ver una película, pero antes esperaron a Esperanza (Pera). Entraron a ver Guardianes de la Noche, una película rusa. La película les gustó mucho a los tres y luego fueron a comer sushi.

Para rematar, fueron al espacio escultórico de CU y Yavné interpreto algunas melodias antes que la lluvia los hiciera caminar a algún lugar techado. Rieron, conversaron, escucharon a Eleonora y tomaron un café. La hora no importaba mucho y a las 9 de la noche acabaron en un parabús, esperando al padre de Esperanza y seguían riendo a pesar de la lluvia que caía a su alrededor. Por fin la espera terminó y tuvieron que separarse.

Y ahora que iba en el auto pensaba en que algunos días siempre nos va mal y otros siempre nos va bien...

20050914


Esta es la primera vez que escribo algo así, la verdad me inspiré en un amigo. Creo que es bueno escribir lo que a uno le pasa, para así poder visualizarlo de una manera diferente; no es tanto para que los demás lo sepan y se conmiseren de ti. No, es más para ti, es tan personal que no importa que los demás lo lean. Esta es la única manera de compartir la soledad con alguien, que no conoces y que no puede juzgarte, así es; simple y sencillamente, es como contarle todo lo que te sucede a alguien desconocido, sólo necesitas ser escuchado y en este caso, ser leído.
No lo tomen a mal, pero la verdad siempre es así, dura y dificil de aceptar. Prefiero que cualquier persona pueda leer mis locuras, mis tristezas y mis traumas, como si yo fuera el personaje de una novela o de un cuento. Y ya lo escribí, no es para que me tengan compasión, eso es lo peor que uno puede sentir por otro ser humano. Sólo escribo por escribir, no espero respuestas, sólo quiero desahogarme, por que justo en estos momentos me falta un hombro en que llorara, una mano amiga, alguien que me ayude. Pero estoy sola, completamente sola y ya después sabrán por que.
Me despido, espero no aburrir a nadie con mis relatos. Y también espero que a alguien le sirvan de algo.