Episodios de un perro errante…
Hace tres sábados, este pobre perro vagabundo, tuvo que ir a una reunión familiar. Se honraban 3 años de la partida de uno de sus tíos… la idea no le era grata, pero aún así compareció. Al llegar se topó con esa jauría enorme a la que llamaban parentela y se sentó a departir con ellos. Pero se encontró de pronto con una realidad distinta a la que esperaba, él era un perro errabundo, extravagante y extraño y no encajaba en esa jauría. Su realidad se fue perdiendo cada vez más y sentía que estaba en una pesadilla, en un mundo irreal… el perro se dio cuenta que no encajaba en ese cubil, estaba fuera de lugar… el perro se quería ir, pero no podía… cuando al fin salieron del cubil, el perro sintió muchas ganas de buscar a uno de esos gatos que encontró por la vereda, pero por más que aullara, los gatos no le escucharían, probablemente estaban dormitando u ocupándose de sus felinos asuntos, y él no tenía manera de comunicarse. Así continuó, necesitando de esos gatos para regresarlo a su realidad mientras observaba las grandes avenidas por la ventana del carro.
Un sábado después, este perro vagabundo iba a encontrarse con la romería de sabandijas bohemias. Era aniversario de una de ellas y lo iban a conmemorar; así que asistió con uno de esos gatos con quienes le gustaba recorrer el sendero. Bebieron y se acordaron del otro gato que, sin lugar a dudas, les hacía falta… la reunión con las sabandijas, no era del todo placentera y se descubrió pensando que no podía estar con todas las sabandijas, que sólo con una se estaba llevando bien. Pasaron un buen rato, no lo niega el perro, pero… las cosas ya no son las mismas…
El siguiente sábado, este perro callejero asistió con su madre, sus hermanos y su cuñado a casa de la novia de su hermano… era una despedida de solteros. En clan, con los que siempre mantenía cerca, las cosas eran distintas, eran más agradables y menos aburridas. Pero se dieron cuenta de algo… les gustaba mantenerse a distancia, no siempre se hallaban en todos los lugares. A final de cuentas, eran un clan que gustaba de vagar sin rumbo fijo y de contar con la apreciable compañía de unos pocos…
20070907
rEfLeXiOnEs
Reflexiones de mi padre
“…y piensas: ¿he sido buen padre?, pues quien sabe. ¿He sido buen esposo? Ni idea. ¿Seré un buen suegro? ¿Seré buen abuelo? Y de pronto dices: chingada suerte, ¿cuándo he sido yo?...”
“… uno no deja de ser pendejo, ni de aprender. Uno no sabe como ser novio o esposo; menos como ser padre, y ustedes que no traen instructivo…”
Mi pensamiento
Mi padre tiene razón, uno nunca deja de ser tonto y nunca deja de aprender… él debe saberlo mejor que yo porque me dobla la edad y todavía tiene 6 años más. Es cierto uno no sabe como ser hijo o hermano, sólo lo intuye. Tampoco se sabe como ser amigo, se intuye o se aprende de modelos televisivos, se cree que la forma en la que uno expresa su amistad es la correcta y a veces no se entiende la de los demás; aunque en mi caso, creo que son los demás los que no comprenden mi modelo. Mucho menos se sabe como ser pareja, eso también se intuye o se recrea de patrones conocidos. Y como dice mi papá, uno no sabe ser padre… las relaciones no tienen instructivos, ni guías rápidas, ni manuales; simplemente existen y uno tiene que averiguar como funcionan. Pero en cada momento, ya sea siendo hijo, hermano, padre, esposo, amigo, uno nunca deja de ser uno. Por que cada quien marca su manera de relacionarse de acuerdo a su personalidad, les guste o no a los demás.
“…y piensas: ¿he sido buen padre?, pues quien sabe. ¿He sido buen esposo? Ni idea. ¿Seré un buen suegro? ¿Seré buen abuelo? Y de pronto dices: chingada suerte, ¿cuándo he sido yo?...”
“… uno no deja de ser pendejo, ni de aprender. Uno no sabe como ser novio o esposo; menos como ser padre, y ustedes que no traen instructivo…”
Mi pensamiento
Mi padre tiene razón, uno nunca deja de ser tonto y nunca deja de aprender… él debe saberlo mejor que yo porque me dobla la edad y todavía tiene 6 años más. Es cierto uno no sabe como ser hijo o hermano, sólo lo intuye. Tampoco se sabe como ser amigo, se intuye o se aprende de modelos televisivos, se cree que la forma en la que uno expresa su amistad es la correcta y a veces no se entiende la de los demás; aunque en mi caso, creo que son los demás los que no comprenden mi modelo. Mucho menos se sabe como ser pareja, eso también se intuye o se recrea de patrones conocidos. Y como dice mi papá, uno no sabe ser padre… las relaciones no tienen instructivos, ni guías rápidas, ni manuales; simplemente existen y uno tiene que averiguar como funcionan. Pero en cada momento, ya sea siendo hijo, hermano, padre, esposo, amigo, uno nunca deja de ser uno. Por que cada quien marca su manera de relacionarse de acuerdo a su personalidad, les guste o no a los demás.
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